dilluns, 31 d’agost del 2009

El gen Mestalla

·
Empecemos por lo primario: tierra, aire, fuego, agua. Sigamos por valores objetivamente positivos: lealtad, ilusión, amor, colaboración, humildad; y dentro del crisol del fútbol cocinemoslo todo con un fuego lento e impío. ¿Cuál es el producto de nuestra alquimia ancestral? El gen Mestalla. Que también podríamos llamar, teniendo en cuenta la influencia ambiental: el gen Gamper, el gen Pimentonero o el gen Leonino. En todos los casos, el gen en cuestión produce jugadores del terreno y que llevan en su corazón, en lo más profundo de su bioquímica emocional, el equipo al que pertenecieron durante toda su vida futbolística. Tenemos muestras más que dignas y ejemplares del gen Mestalla: Puchades, Mestre, Claramunt, Camarasa…

Parece algo de tiempos pasados. Un jugador dedicando toda su vida deportiva a pelear por una única camiseta, desdeñando horizontes de riqueza y ensueño, sacrificándolos por luchar junto a un puñado de iguales con el escudo del murciélago en el pecho. Siendo conscientes de que ése es el único escudo por el que merece la pena correr, sudar, gritar, saltar y lesionarse. No soy un erudito en la materia, tal vez ni siquiera debiera estar formulando la tesis de que el gen Mestalla está en franco peligro de extinción, pero no me resisto a explorar esta cuestión. A ciertos jugadores el gen Mestalla no les hizo bien alguno. Bartual, un portero que nunca pudo competir con Zubizarreta y que debió haberse ido en busca de una titularidad merecida, pero que siguió al pie de cañón y pagó por ello con un ostracismo y una carrera mediocre; quizá él haya sido uno de los últimos ejemplares que llevaban el gen inoculado en su ADN futbolístico. Los hubo fieles y honestos como Quique Flores, Roberto Fernández, Palop o el “polivalente” Angulo, pero por una u otra razón su gen mutó o no era más que una variante noble del original. No es condición sine qua non la presencia de ese gen para certificar un rendimiento sobresaliente y poner sobre el césped una profesionalidad digan de cierta respetabilidad. Ahí tenemos jugadores como Lecue, Gorostiza, Epi, Wilkes, Ayala, Penev o Mijatovic. Nadie les pidió más que defendieran la camiseta, más allá de su verdadera genética futbolística. Y lo hicieron a plena satisfacción de la afición, que siempre les otorgó su favor en la justa medida en que fueron fieles a su compromiso profesional, más allá de otras consideraciones. Los hay que el contacto con el entorno valencianista les otorgó cierta carta de naturaleza bastarda, pero que ellos hicieron suya: Eizaguirre, Juan Ramón, Mundo, Djukic, Cañizares, Carboni,…

En los últimos tiempos el gen Mestalla está escondido, oculto tras los traspasos millonarios, las mejoras de contrato y la fanfarria mediática. No tengo claro que sea un valor defendible en los tiempos que corren. Todos son profesionales y tienen derecho al éxito en su ámbito laboral, aunque ello les lleve a besar escudos en una comedia bufa que, por falta de personalidad, no tienen más remedio que acabar protagonizando. Me pregunto en qué estarán pensando los chavales que, empezando en la vida y en el fútbol (a fin de cuentas, son lo mismo), juegan en los equipos inferiores del Valencia, aquellos que en los años 20 fueron un semillero incansable de heroicos equipiers que auparon a nuestro club hasta la primera división. ¿Pensarán que al final del camino está Mestalla o simplemente utilizarán la camiseta como un embozo que, en los tiempos oscuros que vivimos, sea un salvoconducto hacia una profesión carente de componente genética?


Francisco García
Socio del València CF
·

dimarts, 25 d’agost del 2009

Mestalla Cotidiano

·
Por diversas circunstancias he tenido la suerte de divagar por Mestalla en muchas ocasiones ajenas a esa catarsis litúrgica que los valencianistas compartimos en cada encuentro como locales. He conocido, por lo tanto, otra realidad un tanto ignorada de nuestro estadio que también merece su cuota de evocación y homenaje en este espacio dedicado a la memoria del nostre lloc al món.

En primer lugar, cabe señalar que Mestalla es un estadio relativamente abierto y familiar en comparación con otros que he visitado y que impostan un ridículo esnobismo de raigambre provinciana. Esta cercanía se nota ya a partir de la conserjería, lugar desde el que Antonio, antigua gloria de nuestra sección de atletismo, te atiende solícitamente y con la mejor predisposición. Recuerdo otro conserje que trabajó en la oficina de la entrada a principios de siglo. Un hombre con gafas y pinta de llevar bastante tiempo en el club, rechoncho y achaparrado y que solía recibir con un talante de gruñón recalcitrante que no era más que un peaje con el que mostrar una autoridad que complementaba una personalidad realmente entrañable.

Esta estructura de plantilla familiar no equivale ni mucho menos a carecer de profesionalidad. Hombres como los anteriormente mentados son los que han hecho grande a nuestro club a base de trabajo y amor por los colores. Y ni lo primero ni lo segundo lo aseguran los figurantes con renombrados linajes y dudosas hojas de servicios con los que nos han obsequiado algunos de nuestros últimos dirigentes.

Pero sigamos con nuestro recorrido por el Mestalla de los días laborables o las vísperas de los partidos. Lo primero que llama la atención al franquear la conserjería es la suciedad que se apila sobre el cemento, pues no se limpia a conciencia prácticamente hasta que se vuelve a disputar un encuentro. Esta práctica resulta lógica si pensamos que en los días posteriores a los partidos se siguen acumulando desechos, por lo que la actividad principal de la semana posterior al lance consiste en acopiar los residuos que quedan por las gradas a los pies de las escaleras de acceso al graderío, con el fin de profundizar en la limpieza final más adelante.

Al igual que el contingente de limpiadoras, forman parte del día a día del recinto una cuadrilla que se dedica al mantenimiento del rectángulo de juego y otras zonas anejas. Bautizados popularmente como los pinta-rayas por algún amigo, ellos se encargan de verter la cal sobre las líneas que demarcan esa alfombra verde con la que desde hace años se identifica a Mestalla, gracias al cuidado del césped que procuran. Hacia el mediodía se puede llegar a observar incluso a un operario que deposita briznas de hierba en calvas estratégicas del terreno de juego para dotar a Mestalla de un aspecto más telegénico.

A veces decides adentrarte con mayor profundidad en los recovecos del estadio y descubres zonas insólitas, como un estrecho pasadizo que comunica la tribuna con el fondo norte, los diversos cuartos que han proliferado por las galerías (utensilios de mantenimiento, banderas oficiales para colgar durante cada encuentro, grupos de animación…) o una especie de pesebre secreto colgante que recae al deslunado de Joan Reglà.

Tampoco caerán en el olvido algunas expediciones furtivas por Mestalla, como aquellas meriendas de pubertad en las que soñábamos con nuestro vertical y majestuoso coliseo de esquinas colindantes con las tribunas, aprovechando los boquetes forzosos por las obras. Al final quedó como testimonio mudo de aquel Gran Mestalla utópico y postmoderno la grada solitaria, la que sólo se sintió amada y reconocida por el valencianismo cuando los héroes del 99 le ofrendaron la Copa más añorada.

Sobre las visitas más atolondradas y noctámbulas de los que alguna vez no se han conformado con el horario discotequero de algunos partidos sabatinos, con un poso de mala conciencia por la profanación del templo, correremos un tupido velo, ya que este blog también lo leen niños.
Las zonas más altas y nuevas del campo recuerdan a un palomar recubierto por unos excrementos que, por su tamaño, más bien podrían ser de albatros. Por esas latitudes me crucé en una ocasión con un empleado que resultó ser el alpinista. Dada mi ignorancia sobre tal oficio pronto comprobé que el tipo se dedicaba a solucionar incidencias relacionadas con el videomarcador.

Paseo por las galerías de Mestalla e inevitablemente piso mis propios recuerdos. Como si de un yacimiento arqueológico se tratara, aparecen superpuestos bajo mis Adidas estratos de pintura que deletrean pancartas que me hacen recorrer las últimas quince temporadas de la historia de nuestro estadio y de nuestro club. Lemas reivindicativos, de celebración, críticos, animosos, literarios, sarcásticos y hasta epitafios… Palabras más, palabras menos, una genealogía jeroglífica con la que documentar las vivencias y las ilusiones de sucesivas generaciones de hinchas valencianistas.

Personalmente, prefiero un estadio cuyas gradas soporten con sus pros y sus contras el peso de la historia del club y las experiencias de su hinchada. Un espacio de anhelos comunes que, cada uno a nuestra manera, hemos hecho propio en base a nuestras peculiares formas de vivir el valencianismo. Difícilmente podremos aspirar a ello en recintos asépticos e impersonales que alienan cualquier atisbo de singularidad, pensados para el consumidor acrítico y para faraónica gloria de políticos-constructores y no para los que queremos vivir el fútbol apostando por modelos tradicionales y sostenibles que, desde luego, no concuerdan con la americanización y la inversión de valores a la que irremisiblemente nos llevan los nuevos jerifaltes del stablishment político-inmobiliario-mediático.

En nuestra mano está dignificar Mestalla en sus últimes vesprades.

A pesar de que los dirigentes de los clubes cada vez tienen menos en cuenta a la afición, el peso de la hinchada en el nuevo estadio sólo podrá mantenerse si sabemos hacer valer nuestra condición de jugador número doce durante la vida que le quede a Mestalla.

Languidecer en la faceta absentista que se observó la pasada temporada equivale a firmar un coma irreversible por anticipado.

¡Homenajeemos de la mejor manera a Mestalla y a sus gentes, vivamos cada partido en el estadio de nuestras vidas como si fuera el último!


Simón Alegre
Socio del Valencia CF
·

divendres, 21 d’agost del 2009

Los pilares del Valencia CF

·
Una de mis aficiones es el fútbol y más concretamente el Valencia CF SAD, y la otra es la lectura, a simple vista parecen incompatibles, pero yo creo que hay muchos puntos en común, sobretodo si llevamos la historia de un libro a todo el universo actual del Valencia CF.

Si alguien ha tenido la oportunidad de leerse un libro como el de “Los pilares de la Tierra” de Ken Follet, (y sino, os lo recomiendo, para este verano), pues bien se me ha ocurrido que se pueden extrapolar los personajes y situaciones del libro (ambientado en la etapa medieval, en torno a la construcción de una catedral, rodeada de intrigas palaciegas, y guerras a espada), en el caso del Valencia CF, pudiera ser que en vez de una Catedral fuera el nuevo Campo de Fútbol, las intrigas palaciegas por los movimientos de poder accionarial, y las guerras a espada por puñaladas traperas en la espalda.

Así el reparto de papeles sería el siguiente:

LOS MENOS MALOS.

Me imagino a Tom y Alfred Builder, y Jack Jackson, representados en la vida real por los ingenieros, arquitectos y trabajadores de Bertolín y FCC, intentando realizar una obra grandiosa, la envidia del continente europeo, pero no sabiendo si recibirán compensación económica a cambio, y sí sabiendo que su fama se paseará nacional e internacionalmente.

Por otro lado tendríamos al prior Philip, persona ingeniosa y dura en la negociación y persona muy interesada en la construcción del campo de fútbol, ya no por su grandiosidad, sino por el crecimiento económico propio y la prosperidad del club, así como de resolver las diferentes trabas que se van encontrando por el camino, y de mantener a algún que otro apóstol de los ataques del Reino del Noreste y del Reino Central, que podríamos representarlos en la figura de Manuel Llorente.
También estarían los nobles interesados en realizar el campo lo antes posible, para que el equipo juegue en su nuevo estadio, poder vender las tierras de Mestalla, y recuperar el dinero prestado, representados en la figura de Bancaja y más concretamente de Lord Olivas y la persona de unión entre la entidad y el club “Milius Bursar” antiguo cocinero y, con posterioridad, tesorero, responsable de las cuentas del Priorato de Mestalla. También fue aliado de Philip, desde el principio y le ayudó a convertirse en Prior y a dirigir el priorato representado en la figura de Javier Gómez. Estos tambien podrían estar en la zona de LOS MALOS, porque ya ves tu a que santo Bancaja permite que se endeude una sociedad hasta llegar a más de 350 millones de euros.

Remigius, antiguo aliado de Waleran Bigod, cae en desgracia y se ve obligado a mendigar, hasta que Milius Bursar y Philip lo rescatan y lo invitan a formar parte del priorato, figura representada por Fernando Gómez.

Los jugadores serían aquí algo así como Jesucristo y sus apóstoles, iconos, estatuas y crucifijos, o en algo menos tangible como “la fe” y “la pasión”, a los que el populacho va a adorar y los borregos a silbar los fines de semana.

Y el cuerpo técnico, con Unai Emery a la cabeza, el sacerdote o el que dirige las ceremonias y sus monaguillos, (vamos el que se bebe el vino y reparte las hostias).

Luego están los feligreses, parroquianos o afines, vulgarmente denominados “el populacho”, claramente representado por los sufridores aficionados.

LOS MALOS.

De otro lado estarían los nobles malos, ruines, víboras y señores con oscuras intenciones, a los que se les ocurrió realizar el nuevo estadio, pero se quedaron sin poder financiar las obras, debido a una mala no, pésima gestión económica y deportiva, gastándose el dinero en contratar y despedir apóstoles y sacerdotes de dudosa reputación, así tuvieron que ceder su puesto, para que las personas responsables y de buena fe pudieran ingeniárselas para sacar adelante la magnífica obra, estos nobles ruines estarían representados en la figura de Soler y Soriano después (la terrible "doble ese").

Claro, esto provoca envidias, celos y mala gana, y deciden boicotear las obras, no permitiendo que se ingrese dinero fresco (gracias a una ampliación de capital), haciendo aparecer y desaparecer a unos mecenas DALPORT, de dudosa solvencia, con tal de paralizar dicha ampliación de capital.

Lord Percy Hamleigh, codicioso padre de William, siempre dispuesto a conseguir el poder. Tras deshacerse del traidor, el conde Bartholomew (Paco Roig), recibe de los reyes el condado de Mestalla. Adora a su hijo y le regala el condado de Mestalla, para su uso, abuso y disfrute, figura representada por Bautista Soler.

El sádico, obseso William Hamleigh, que vivía por y para vengarse y conseguir el poder, vendiendo su alma al diablo, azotando a su enemigos y amigos, a partes iguales, al final sus ambiciones le destruyen, digamos que esta figura está representada por Juan Soler.

Waleran Bigod, inversor inmobiliario en franca decadencia, que trama de forma constante, su forma de actuar con el fin de conseguir más poder, se alía con la familia Hamleigh (Los Soler) y conspira con ellos, para provocar la ruina del priorato de Mestalla, figura claramente representada por Vicente Soriano.

LOS OTROS MALOS.

Después continuamos con los Reyes, figuras con gran poder que están a la expectativa de lo que se mueve, y son como veletas que giran a favor del viento, ahora ayudo al Prior, ahora ayudo a los nobles malos, (te cambio unos terrenitos de aquí por estos de más allá, o apartarte conde Bartholomew-Paco Roig o te apartamos), sus figuras está representadas por la Alcaldesa y el Presidente de la Generalitat.

La gran paradoja es que después de más de 800 años, ¿¿de evolución??, la condición humana no ha variado prácticamente nada y todo sigue moviéndose en torno al poder, la codicia, y las envidias.

Me encantaría que en nuestro club, (porque es de todos nosotros) los entresijos se parecieran más a una historia de compromiso, amistad, y trabajo, y no a una historia folletinesca de contenido FalconCrestiano, y que como en la novela de Ken Follett no se tarde 40 años en realizar el estadio.

Espero que no se me enfade ninguno, pues esto es pura ficción, y todo lo que se escribe en esta slíneas, es la pura imaginación de un enfermo de fútbol… de un pilar del Valencia CF.


Jose Luis Aguilar “Pepelu”
Socio y ya multi-pluri-accionista del Valencia CF
·

dilluns, 17 d’agost del 2009

Quan els murs parlen

·
No passa un dia sense que l'enorme ombra de Mestalla es projecte sobre el meu habitual passeig de l'hora de l'esmorzar. Només en eixir del treball em topete amb l'edifici, gris i lleig, amb totes les vergonyes de la remodelació de Roig al descobert, però sempre entranyable, perfecte indicador del pensat i fet valencià. I ho agraïsc. En jornades de calor esgotador i sufocant es fa necessària la presència d'una zona més o menys fresca per evitar tornar a l'oficina xopat. En el cas de Mestalla el refugi és, a més de tèrmic, sentimental.

Ja a cobert, una de les activitats més fascinants que permet caminar pels carrers que emmarquen Mestalla és parar-se a llegir els centenars de cites, frases i pintades que perviuen a les parets de l'octogenari recinte. Les empremtes del convuls passat i present del club, esborrades sense massa èxit pels operaris del club, encara decoren els llenços de rajoles. A la clàssica Gaizka, son 10.000, que feu fortuna entre el gran públic, s'han vingut a unir, en els últims anys, protestes per a Juan Soler o amb motiu de la construcció del nou estadi, entre altres temes candents. Contra la paraula del poble, sempre el mateix remei: pintura grisa. I res més a dir.

Però no són les úniques expressions que el curiós o l'antropòleg aficionat por trobar a les parets de Mestalla. Les portes d'accés a l'estadi, sobretot les que recauen al carrer Arts Gràfiques i la plaça de Luis Casanova, són un autèntic mur d'expressió. Riguen-se vostés del Facebook i les xarxes socials. El “Prohibido fijar carteles, REA” no dissuadix els propietaris de pisos, partits polítics (especialment d'ultradreta) o fontaners de publicitar-se gratuïtament a un suport que voran diàriament milers de persones. Tampoc tira arrere els aficionats visitants, aspirants a Basquiats, els graffitteros ocasionals o els adolescents, que deixen les seues firmes i sentències sobre la pintura desconxada: així, conviuen a la pedra de Mestalla imprecacions contra el Sevilla i Fermín el del Banderín, declaracions d'amor a futbolistes i a la novieta de torn. “Juani y Juanvi”, a pocs metres de “HFC volverá”, em fa pensar, per exemple, en una telesèrie per al públic adolescent que fera de Mestalla un escenari habitual.

Tire en falta, posats a redecorar Mestalla abans de la seua projectada mort, alguna de les clàssiques sentències amb què ens delectava la penya Gol Gran. Frases d'Enric González, Galeano o Hornby (si m'apuren, inclouria alguna sentència dels Lahuerta o Chilet, els nostres particulars ideòlegs) I també alguna acció espontània. Per exemple, nomenar cadascuna de les portes d'entrada al recinte amb el cognom d'un protagonista de la nostra història. “Per on entres a Mestalla?” Per la porta Wilkes”. Calen enginy i memòria per a estos temps de vacuitat, de sequera.


José Ricardo March
Aficionat del Valencia CF
·

dimecres, 12 d’agost del 2009

Ultimes vesprades a Mestalla: any 2

·
Corria el mes de juliol del 2008, els meus intents de concertar una cita amb Miquel Nadal anaven de l'infructuós a l'impossible. Sóc conscient dels meus privilegis en matèria vacacional i no espere que la resta dels mortals els compartisquen, per la qual cosa la possibilitat, cada vegada més remota, de quedar amb Miquel per a parlar del nostre València CF i comentar el seu excel·lent llibre sobre el naixement i desenrotllament dels esports en la ciutat de València, va adquirir la naturalesa de quimera. Va ser llavors, en una telefonada impertinent feta des del soterrani de ma casa, interrompent una reunió de treball, quan em va dir, potser com a única possibilitat de tindre un contacte més personal amb mi: “hem obert un blog”. Em va donar l'adreça i vaig prendre la determinació de no molestar-li més. Des d'ací beneïsc aquell dia. Vaig tindre el plaer de conéixer-lo sis mesos després, entorn d'una bé servida taula nadalenca, i junt amb altres contertulians i comensals, posar cara a molts dels noms que, periòdicament, publiquen els seus escrits en este blog.

Es complix un any de la creació d'este espai, per a mi ja imprescindible. Imprescindible per a entendre la història del nostre club des d'una perspectiva diferent de la meteòrica i enganyosa actualitat futbolística. Eixa que repudia qualsevol resultat advers i, al mateix temps, glorifica pírriques gestes. Des de la meua contribució escrita i per mitjà de la lectura de les aportacions dels altres col·laboradors he descobert a un grapat d'irreductibles valencianistes, orgullosos i entregats a la causa de dignificar l'amor per uns colors i situar-los a l'altura de la gestació i desenrotllament d'una verdadera cultura de club.

Les vicissituds que el nostre club està travessant en l'últim any fan que el que va nàixer amb aspiració de despedida haja de mantindre la posa un poc més. Com en aquelles fotos on l'exposició passava dels deu minuts i els fotografiats havien de mantindre's quiets per a impressionar la placa i que la foto no isquera moguda. Alguna cosa així estem obligats a fer amb este blog. Seria bo senyal que enguany fóra l'últim, però qui ens ho garantix? És per açò que cal aprofitar el fet que la nostra presència cibernètica es prolongue. Escriguem, llegim i comentem. És la nostra aportació, minúscula, a la comprensió de la grandesa d'este club que portem dins, inoculat com una teràpia gènica d'última generació en els temps difusos i memorables de la nostra infància.

Per a acabar, una xicoteta anècdota: tinc un veí de seient amb el que acostume a coincidir en les apreciacions futbolístiques. D'edats semblants (potser ell siga un poc més jove, uns cinc anys, posem), vaig intuir que tal volta li agradaria seguir el blog i en el millor dels casos, animar-se amb algun comentari. Li vaig dir: “visita el blog de Mestalla, s'escriu sobre futbol, sobre el València clar, t'agradarà”. Van passar dos setmanes i vam tornar a veure'ns a Mestalla. A banda de comentar l'alineació i discrepar ambdós del que Unai Emery va decidir per a la banda dreta, em va dir: “vaig visitar la pàgina del blog. Fotre, això no és només futbol, pareix un blog literari”. Que no se'm prenga per presumptuós, però ho vaig considerar un complit. Si llegir sobre futbol, sobretot en la premsa esportiva, és sovint una experiència plana i vàcua, poder fer-ho amb el valor afegit de la literatura suposa la troballa d'un xicotet oasi de què tots podem disfrutar. D'això va este blog no?


Francisco García
Soci del València CF
·

dilluns, 10 d’agost del 2009

El futbol i la guerra civil (i IV). Josep Rodríguez Tortajada: El president oblidat

·
Al llarg dels seus noranta anys, l'entitat de Mestalla ha tingut molts presidents. Tots ells han passat a la història del club per uns o altres motius, excepte un d'ells: Josep Rodríguez Tortajada, del qual no es coneix pràcticament res i al que la pròpia entitat valencianista tampoc pareix reconéixer.

Després de la confiscació del València FC, la Comissió Gestora, composta per socis, jugadors i empleats, va designar que el càrrec de president l'exercira Josep Rodríguez Tortajada. Va compaginar este càrrec amb la seua labor política ja que era regidor del Partit Valencianista d'Esquerres en l'Ajuntament de València, on va ser responsable de les àrees de sanitat i d'hisenda i va arribar a ser Tinent d'Alcalde, a més d'ostentar la representació de la ciutat en determinats moments.

En l'apartat futbolístic, les seues gestions van aconseguir la creació de la Lliga del Mediterrani i de la Copa de l'Espanya Lliure. També va mediar davant de les autoritats republicanes perquè el mític porter Ricardo Zamora fora alliberat de la presó.

Entre els projectes que no va poder realitzar el més important tenia relació amb la construcció d'una autèntica ciutat esportiva amb nou camp per al València FC, rodejat al seu torn d'instal·lacions per a altres modalitats esportives.


Josep Bosch
Soci del València CF
·

divendres, 7 d’agost del 2009

El futbol i la guerra civil (III). Els futbolistes del València durant la guerra.

·
Selecció Valenciana, eixint al camp de Les Corts, on jugaren els valencianistes Juan Ramón, Iturraspe, Conde, Amadeo i l’entrenador era Eduardo Cubells

Per les circumstàncies geogràfiques del conflicte, entre els jugadors o exjugadors dels equips valencians la majoria d'ells van defendre al bàndol republicà. Antonio Aparicio, extrem esquerra del València, va debutar en la Lliga de Mediterrani i dos mesos més tard estava defenent la República en el front. Abdón García, exvalencianista, es va enrolar en l'exèrcit republicà i va arribar a capità, va ser fet presoner després de la caiguda d'Astúries.

En l'altre extrem ideològic Santiago Zubieta, extrem dreta del València FC es va allistar en l'exèrcit franquista. Paradoxes de la guerra, el seu germà Ángel, va jugar amb la selecció d'Euskadi. D'eixe mateix combinat va desertar per a passar-se a l'Espanya nacional Guillermo Gorostiza, jugador del València CF de la postguerra que formaria la “davantera elèctrica”.

A Severino Goiburu, jugador del València FC, la guerra el va pillar en la nostra ciutat i les seues idees polítiques el van ficar en alguna complicació fins que va poder passar-se de bàndol. Un altre valencianista que es va passar a les files franquistes va ser l'internacional Inocencio Bertolí, qui va arribar a jugar la final de la “Copa del Generalísimo” defenent les files del Racing de Ferrol.

Per desgràcia, els valencianistes no van ser aliens a les desgràcies de la guerra i alguns d'ells varen perdre la vida. Com Dámaso Urrutia i dos dels integrants de l'equip fundacional, el seu porter José Marco i el davanter Nicolás Guerendiáin, este va arribar a ser comandant de l'éxercit republicà i després de ser detingut va ser torturat i afusellat.

Acabada la guerra Francisco Montañes, altre ex valencianista, moriria a la presó de Porta Celi.


Josep Bosch
Soci del València CF
·

dimecres, 5 d’agost del 2009

El futbol i la guerra civil (II). Campionats futbolístics jugats a València durant la Guerra Civil

·
Als pocs mesos d'iniciada la guerra, la Federació Espanyola de Futbol, confiscada per “personas inequívocamente afectas al régimen establecido y a la política del Frente Popular”, va decidir la suspensió de totes les seues competicions. Deixant, en mans de les diferents federacions territorials l'organització dels campionats regionals o interregionals. Per la seua banda, la Federació Valenciana va ser confiscada els sindicats UGT i CNT.

Diverses varen ser les opcions que es varen plantejar per a poder continuar amb les competicions futbolístiques. Cronològicament, estes foren les competicions que es van disputar:

Campionat Superregional.

Esta competició va ser la primera a disputar-se en les nostres terres després d'iniciada la guerra, es va jugar entre octubre i desembre de 1936. A pesar d'això, ja va estar plena d'incidents i de dificultats, que van impossibilitar el desenvolupament normal del campionat. Estes anomalies, d'altra banda, van ser la tònica habitual de totes i cada una de les competicions disputades durant els tres anys del conflicte.

Els equips participants foren els següents: València, Llevant, Gimnàstic, Hèrcules, Múrcia i Cartagena.

El campionat va concloure amb la victòria del club de Mestalla.

Lliga del Mediterrani o Lliga Catalunya- València.

Els equips valencians i catalans, després dels seus respectius campionats territorials, van jugar una competició davall la doble denominació de “Lliga del Mediterrani” o “Lliga Catalunya-València”.

Esta segona denominació, deixa bé a les clares els límits territorials de la mateixa, la qual en cap moment va tindre el caràcter de competició nacional. De fet, el seu format i la composició dels equips pertanyents a diferents categories del futbol nacional recorden més a un campionat com el Superregional que al Campionat Nacional de Lliga.

Anunci en premsa del partit de la 12a jornada de la Lliga del Mediterrani, disputada el 18 d'abril de 1937.

La possibilitat de crear una competició entre estes dos federacions encara en eixos moments allunyades del front de batalla, es va plantejar al poc d'iniciada la guerra.

Els equips que participaren foren: FC Barcelona, CD Espanyol, València FC, Llevant FC, Gimnàstic FC, Granollers, Girona i l'Athletic de Castelló.

La competició, va començar el 31 de gener de 1936 i va finalitzar el 2 de maig de 1937. Durant les catorze jornades de la competició les plantilles dels equips van patir moltes modificacions degut a les circumstàncies de la guerra.

Esta competició va ser guanyada pel FC Barcelona i no va poder tornar a disputar-se les temporades següents.

Simón Lecue, jugador internacional del Madrid CF, va jugar la durant la guerra amb el València, equip al què tornaria anys més tard.

Copa de l'Espanya Lliure, Trofeu President de la República.

Acabada la “Lliga del Mediterrani”, es va plantejar la disputa d’un nou torneig en què participarien els quatre primers equips classificats. Així es creà un nou campionat la “Copa de la España Libre. Trofeo Presidente de la República”. El Barça va renunciar per a poder realitzar una gira per l'estranger. En el seu lloc va ser inscrit el Llevant, que havia quedat en quinta posició.

Este campionat, no es va jugar amb el format coper d'eliminatòries a doble partit, es va disputar com una lligueta a doble volta, classificant-se els dos primers per a una final.

Llevant i València van jugar la final el 18 de juliol de 1937 en el camp de l'Espanyol. A pesar de l'opinió d'ambdós equips que preferien disputar-se este títol en la nostra ciutat.

La final va acabar amb el triomf del Llevant FC, per un tant a zero.

Copa de l’Espanya Lliure. Trofeu President de la República.

Campionat Regional.

Es va disputar este torneig entre el València, Llevant, Gimnàstic i Sueca FC.

L'equip de la Ribera, va ser triat per a participar en este torneig per les seues bones actuacions al campionat Amateur, on va ser campió del grup sud i subcampió regional, per darrere de l'equip del València, la temporada 1936 -37.

La dinàmica de la guerra va fer que els equips hagueren perdut bona part del potencial de les seues plantilles.

Les dificultats van fer que el Sueca, es retirara abans de la conclusió del torneig.

Campionat “Promoció Lliga Catalunya – València”.

Organitzat per la Federació Valenciana de Clubs, es va disputar un torneig entre els tres equips més importants de la ciutat. Es va jugar entre gener i març de 1938.

El campionat tenia com a finalitat determinar que dos equips valencians participarien en una nova edició, més reduïda de la lliga Catalunya – València. A la fi, esta lliga no es va poder realitzar per les circumstàncies del conflicte bèl·lic, ja que cada vegada eren més difícils les comunicacions entre el nostre territori i el català.

Este va ser l'últim campionat futbolístic disputat a València fins al final de la guerra.


Josep Bosch
Soci del València CF
·

dilluns, 3 d’agost del 2009

El futbol i la guerra civil (I). El futbol valencià durant la Guerra Civil

··
VFC que jugà un amistós contra el Barça el 3 de gener de 1937 a Les Corts

Quan acaba de complir-se el setanta aniversari del final de la Guerra Civil, encara queden aspectes d’eixe període històric poc estudiats, un d’eix fa referència al món del futbol a les nostres terres. Amb esta sèrie d‘articles, tractarem de traure a la llum la història del futbol a València durant els tres anys que durà este conflicte bèl·lic. Amb ells, intentarem explicar el procés que va viure la pràctica futbolística, en eixos tristos dies. Amb ells, intentarem aprofundir en este període de la nostra història esportiva, que per unes o altres raons continua estant poc estudiat, De fet, a dia de hui encara són habituals afirmacions com la següent extreta de l’Enciclopédia General de los Deportes, publicada al 1954:

“La Liga, así como toda clase de competiciones deportivas, se suspendió durante la Cruzada de Liberación”.

Estes afirmacions, no poden amagar l’existència de diferents competicions que tingueren com a protagonistes, en alguns casos principals, als equips de la nostra ciutat. Campionats com el Superregional València-Murcia, la Lliga del Mediterrani, la Copa de l’Espanya Lliure, el campionat Regional o el Promoció Catalunya-València, entre altres es disputaren durant estos anys.

El futbol va sobreviure durant estos anys amb totes les penalitats imaginables, la qual cosa demostra la seua popularitat i força. De fet, fins i tot es disputaren partits en els diferents fronts de batalla en els moments de treva entre els combats:

“Un partido en el Frente de Teruel. En Corbalán la selección de infantería venció a la de artillería por 6 goals a 3”.(EMV, 7 d’octubre de 1936).

Moltes vegades, la passió que el futbol origina, va ser utilitzada per a donar un aire de normalitat a la vida quotidiana de la rereguarda. Al mateix temps va servir de vàlvula d’escapament de les penúries i les dificultats del moment.

Amb totes les dificultats i situacions problemàtiques que es poden imaginar València va ser de les poques ciutats on, dins la dinàmica marcada per la guerra, es va continuar jugant al futbol i programant-se altres espectacles esportius de manera més o menys organitzada, fins als últims dies del conflicte. Bé amb caràcter de competició, amistós o benèfic.

Organització del futbol.

A nivell organitzatiu, el futbol valencià durant el mes de juny de 1936, va vore com es celebraven assemblees i juntes generals de clubs. També la Federació Valenciana va celebrar la seua assemblea anual, on va ser reelegir president Antonio Cotanda.

La dinàmica habitual del futbol canvia radicalment arran l’esclat de la guerra. Els clubs i les federacions que havien quedat a la zona republicana veren com la seua tradicional forma de funcionar variava de manera substancial. Les confiscacions per part de sindicats i partits republicans feren que les tradicionals juntes directives dels clubs canviaren per comitès formats per treballadors, socis i aficionats.

El canvi no va ser sols de denominació, sinó que era molt més profund, ja que es pretenia crear una nova filosofia en la vida dels clubs. Estos canvis anaven a ser dirigits pels nous òrgans de direcció, imbuïts de la dinàmica revolucionaria i proletària del moment. Conseqüència d’esta nova situació sociopolítica, els clubs de la ciutat es ficaren al servei del govern republicà donant mostres de la seua lleialtat. Així, per exemple, la nova directiva del Gimnàstic FC, no dubtà a l’afirmar:

“Este club, ante los momentos graves que atraviesa nuestra patria, ha reunido entre sus socios, jugadores y empleados un grupo que forman la nueva junta de gobierno del mismo, completamente identificados con el régimen y bajo la tutela de la organización sindical”. (EMV, 21 d´agost de 1936).

Durant els anys de la guerra, els clubs es ficaren a disposició de les entitats polítiques i sindicals del Front Popular, per a l’organització de diferents festivals, partits benèfics o mítings.
No sols els clubs més importants es ficaren al servei de la República. Els equips modestos també donaren mostres de la seua lleialtat. Foren abundants els oferiments i les aportacions que estos equips feren per a donar suport econòmic al govern republicà.

Poc a poc, els equips aniran adaptant-se a la nova situació. Passats els primers mesos de la guerra, els clubs aniran tornant a una aparent normalitat, que desgraciadament va durar poc, ja que conforme el conflicte armat va allargant-se en el temps la vida dels diferents equips anirà fent-se cada vegada més difícil, fins arribar a la pràctica desaparició de l’activitat futbolística als últims mesos de la guerra.

Com hem vist, des de l’inici de la Guerra Civil, es va produir un procés en les entitats i organitzacions esportives d´adquisició d’un caràcter proletari. Que es veurà en les noves formes d´entendre la vida dels clubs i en la seua relació amb la societat política i civil del moment. Durant els anys de la Guerra, les competicions i manifestacions esportives tindran un caràcter d’afirmació republicana i de resistència.

Els clubs de futbol no varen ser els únics en variar els seus òrgans de govern, altres estaments també es varen adequar a la nova situació política. Així, la Federació Valenciana va ser confiscada per la UGT i la CNT que la dirigiren mitjançant un Comitè Executiu presidit per Rienzi Barroso i amb representants dels tres clubs més importants de la ciutat.

El Col·legi Valencià d’Àrbitres va ser confiscat i dissolt el 24 de setembre de 1936. Creant-se una gestora, imbuïda de l’esperit revolucionari del moment, que s’encarregaria de la seua direcció dins el Sindicat d’Espectacles Públics CNT-UGT. En eixa mateixa organització sindical foren inclosos també els futbolistes, tant professionals com amateurs.


Josep Bosch
Soci del València CF
·